El Gobierno español ha adquirido gases lacrimógenos y bombas de humo por valor de 1,5 millones de euros, según queda consignado en el BOE del pasado 31 de diciembre. La educación pública parece ser un gasto más superfluo que las partidas presupuestarias destinadas a la represión, como pudimos ver en Valencia. Parece que como ya se empieza a ir mucha gente a buscarse la vida a otros países, otro gasto del que se puede prescindir, es la mitad de las becas para cursos de idiomas al extranjero. Muchos de los que se van, empiezan a recordar que no somos tan diferentes de las personas que vienen a Europa. Que hubo un tiempo, en el que mucha gente de este país tuvo que salir de su tierra a comerse la mierda. Hoy eso pasa con los que no salen en Españoles por el mundo, lo que ocupan puestos en mini-jobs alemanes o viven en pisos patera en Inglaterra. Los que nos quedamos aquí, a una gran mayoría, al 64% le cuesta llegar a fin de mes, o que le sobra mes al final del sueldo.
Dado que nuestra situación económica es idónea, -congelan uno de los salarios mínimos -641 euros-, más irrisorios de Europa- y deciden insultarnos al vendernos una reforma fiscal, como si fuera justa: Los que declaran ganar menos de 33.000 euros anuales aportarán el 27,3% de la recaudación, mientras los que declaran ganar más de 175.000 euros anuales, lo harán solo con el 16,3%. Los empresarios que siendo muchos menos que los trabajadores, obtienen más renta que todos los asalariados juntos, aportan muchísimo menos, puesto que el dinero no está realmente en el trabajo, sino en propiedades o en inversiones. Las rentas del capital, se gravan sólo en un 21% nominalmente, frente a la tasa impositiva más alta del trabajo, que es del 52%. Cristiano Ronaldo -y este es un bufón en comparación los grandes patrimonios-, gracias a la ley Beckham, tributa lo mismo que una persona que gana 18.000 euros anuales. Cuanto más se tiene menos se paga, así funciona el juego.
El asedio mental es asfixiante: "hay que apretarse el cinturón, hay que reducir gasto, más con menos". Se combina bien con otro tipo de asfixia; la de la masiva presencia policial, -que pagamos todos-, en cada convocatoria, por pequeña que sea. Pero ¿acaso no pagamos ya bastante? Muchos sí, pero no todos. Los que más acumulan a costa de otros, las grandes empresas, defraudan un 71% de los 80.000 millones que Hacienda estima que se deja de ingresar. Otro dato que lo expone claramente: en febrero de 2011, un 80% de las empresas que operan en el Ibex 35 de la Bolsa española, tenían presencia en paraísos fiscales. En febrero de 2012, la cifra asciende al 86% de empresas que practican la evasión total de impuestos.

Los recortes son un robo a lo público, pero no una corruptela de un chorizo u otro, sino la de la propia naturaleza que funciona a través del robo como mecanismo de gobierno. El único cambio a donde nos llevarán, no es otro que el de la Cleptocracia: el gobierno de los ladrones. Yo no pago para que me roben, ¡nos deben pasta!
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